Si somos capaces de reciclar in situ la materia orgánica doméstica de manera efectiva y eficiente, lograremos obtener los beneficios descritos en el apartado anterior y lograremos un cambio cualitativo en el modelo de gestión de residuos sólidos urbanos.

El Proyecto Terramía encontró una solución viable, desarrolló tecnología para transformar la materia vegetal de cocina en compost con elevadas tasas de rendimiento, asegurando una reducción del 90 a 95% del peso de los residuos; o sea que una familia tipo produciria apenas unos 10 kilogramos de compost al año.

Para lograr esta solución fue necesario un trabajo duro y paciente, durante cinco años de investigaciones, diseños, ensayos y validaciones y ahora, nuestra mayor satisfacción sería instaurar una cultura ambiental de reciclaje en cada uno de los hogares, que usando el dispositivo Terramía, cambien sus hábitos y costumbres y separen, reciclen y “composten” residuos, internalizando así su responsabilidad con el ambiente.

El dispositivo Terramía procesa los residuos vegetales, provenientes de la preparación de alimentos, mediante la descomposición bioquímica de bacterias aerobias, convirtiendo la materia orgánica en compost.