Si la tarea es conocer las conductas de fenómenos, procesos, actores se requiere un seguimiento de diversos parámetros que indiquen las tendencias o preferencias en los valores de estos parámetros, seleccionados como indicadores.
Cuando el seguimiento se realiza de manera planificada, persiguiendo un objetivo, mediante técnicas de registro y de análisis, se le llama monitoreo; sus resultados se ciñen a principios estadísticos y a requerimientos de modelación matemática.
Por lo tanto diseñar un Monitoreo que permita conocer la realidad investigada a partir de un reconocimiento parcial, exige el cumplimiento de estas técnicas que garanticen aquello.
Pero antes, se deberá precisar el objetivo del Monitoreo, es decir el Para Qué, con qué fin se busca información, para llegar a qué conclusiones, lo cual presupone una hipótesis inicial que deberá ser ratificada o descartada.
El monitoreo no es el muestreo, ni el análisis de los datos. El monitoreo implica definir estrategias, indicadores, sitios, frecuencias, protocolos, recursos, logística, control de calidad, procesamiento estadístico, evaluación de las cifras obtenidas, calificación del sujeto y conclusiones. El Monitoreo se parece más a una investigación que a la toma de muestras o lecturas.
El proceso de definición, diseño y desarrollo del monitoreo sigue las siguientes etapas:
La generación de información que resulte útil para el promotor, es vital para la toma de decisiones con fundamento objetivo y no por motivaciones subjetivas del momento; de esta manera estas decisiones son con conocimiento de causa, bajo responsabilidad y optimizando el uso de los recursos para alcanzar los propósitos planteados.
A pesar de ser evidente que para tomar decisiones es necesario tener información, en la práctica suele suceder que no se la tiene a tiempo, ni se cuenta con recursos para generarla, y dada la premura se decide “al ojo” o por conveniencias aparentes, sin conocer el coste real de ellas. Para cambiar esta situación recurrente se precisa instalar una “Cultura del uso de la información”, que cada día es más accesible gracias a la tecnología e informática.
La necesidad de proteger la calidad y el suministro de agua dulce, así como garantizar los caudales es vital para el desarrollo de la población, por tanto es indispensable tomar medidas destinadas a la protección y conservación del recurso y sus sitios de aprovechamiento
El agua que llega a las viviendas es tratada de diferentes formas caseras: la hierven, cloran o filtran, o simplemente toman agua embotellada (que tampoco está garantizada su calidad). Esta situación pone en riesgo a la población elevando los índices de enfermedades como parasitosis, infecciones e intoxicaciones. Tampoco son regulados ni controlados los requerimientos de calidad para la industria, en especial para la de alimentos.
La gestión y administración adecuada de los recursos hídricos, que garantizan su uso sostenible, obliga a conocer su comportamiento y su respuesta ante las diferentes intervenciones humanas. Por ello se hace importante la implementación de metodologías rápidas y económicas para la evaluación de las características de las fuentes de agua que permitan determinar, de una manera aproximada, su calidad y sus posibles usos.
Fuente de agua Río Pita
El objetivo
Institucionalizar el Plan de Seguridad del Agua PSA como un plan programático permanente, que dirige la gestión y manejo del recurso hídrico para garantizar la seguridad del agua de consumo humano en el Sistema de Abastecimiento; definiendo objetivos de manejo y creando capacidades para el seguimiento, conservación y aprovechamiento del agua.
El alcance
Los productos
Con los subproductos anteriores se construye el producto final:
Plan de Seguridad del Agua, que tiene el objetivo de garantizar la calidad del agua para el uso requerido, si se toman las medidas recomendadas en el Plan.
Los Resultados de los análisis de pelo, reportados por el laboratorio de Québec en cooperación con el Ministerio de Salud Pública MSP y los Registros de seguimiento (que constan en expediente Prueba IX), se compararon con los Límites indicados como normales (0.2 ug As/g pelo), con los Criterio HACRE ó límite de riesgo (1 ug As/g pelo), y con el Valor patológico (3.5 ug As/g pelo), encontrándose lo siguiente:
1. El 75 % de los personas tienen un valor promedio de Arsénico 0,10 ug/g en pelo, dato que está en el rango de 0 a 0,2 ug As/g, considerado como una concentración normal. Es decir que el 25% restante está fuera de lo normal.
2. El 23 % de los personas tienen un valor promedio de Arsénico 0,37 ug/g en pelo, dato que está en el rango de > 0,2 a 1 ug/g, considerado como una concentración mayor al límite normal y menor al límite de criterio de riesgo o HACRE
3. El 1,50 % de los personas tienen un valor promedio de Arsénico 1,74 ug/g en pelo, dato que está en el rango de 1 a 3,5ug As/g, considerado como una concentración mayor al Nivel de Riesgo.
4. El 0,24 % de los personas tienen un valor promedio de Arsénico 5,78 ug/gen pelo, dato que es (> 3,5ug As/g) considerado como una concentración de nivel patológico, son seis personas.
Las cifras citadas son en base al análisis de los 2469 resultados reportados por el laboratorio de Quebec, referida a la concentración de arsénico encontrada en el pelo de los habitantes, sin embargo en este grupo están 426 personas que no habitan Tumbaco y que fueron tomados como blanco. Lamentablemente de la información recibida no es posible distinguir y separar.
En suma se encontró que el 1,74 % de las personas analizadas tiene contenidos de arsénico superior al nivel de riesgo aceptado por el MSP, de 1 ug/g, son 43 personas. De entre éstas, son 6 las que tienen arsénico en niveles patológicos. Si se considera sólo la muestra de Tumbaco, con los 43 casos se llega al 2.1 % de la población que tiene arsénico en concentraciones superiores al límite de riesgo HACRE, y de entre ellos 6 casos patológicos representan el 0,3 %; casos perfectamente identificados y localizados, datos que constan en el Peritaje realizado dentro de la Demanda por daños ambientales, y en los reportes del MSP constantes dentro del proceso.
De una muestra de 307 individuos, seleccionados para el seguimiento, se reportan:
Según tratamiento estadístico realizado a los datos de los casos de cáncer, registrados en SOLCA, se puede apreciar que la incidencia de cáncer en la población joven de Tumbaco es aproximadamente entre un 25% y 50% superior a la incidencia en el sector urbano de Quito. Para un mejor procesamiento se debería conocer el número de fallecimientos ocurridos por cáncer en el mismo periodo y usar los registros en otros centros de salud.
Este procesamiento de datos fue realizado en junio 2007 y es incompleto para ser conclusivo, se basa en poblaciones censadas en los años 1990 y 2001, los datos originales fueron remitidos por SOLCA. Sin embargo, es al menos inquietante que exista esta relación, conociendo todos los antecedentes de suministro de agua con arsénico y de los efectos adversos sobre la salud. Existe una duda razonable para justificar una investigación que identifique las causas de esta situación y descartar cualquier relación con la presencia de arsénico en el agua de bebida en la zona de Tumbaco.